La candidata populista de izquierdas Luisa González se impuso en la primera vuelta de las tensas elecciones presidenciales de Ecuador, tras obtener el 33% de los votos.
González, líder del partido Revolución Ciudadana, se enfrentará ahora al candidato de centro-derecha Daniel Noboa en una segunda vuelta que se celebrará en octubre.
Noboa, hijo millonario de un magnate bananero, obtuvo inesperadamente el 24% de los votos tras impresionar en el debate presidencial del 13 de agosto. Hace tan sólo diez días, su intención de voto era del 3,7%.
La pequeña nación andina se dirigió a las urnas en unas elecciones anticipadas teñidas de violencia política y miedo tras el asesinato este mes de un candidato presidencial, el alcalde de una ciudad portuaria y un líder local del partido.
“Nos estamos jugando la vida. Hacemos un llamado a lo que más necesita el país: unidad, paz y dejar de lado el odio que ha llevado a esta destrucción”, dijo González a los simpatizantes reunidos en la capital, Quito, para celebrar los resultados de la noche. “Los ciudadanos se han puesto de acuerdo en la democracia y el cambio, en días mejores, y saben que el cambio está llegando”.
González es la protegida política del controvertido ex presidente Rafael Correa, cuyos fieles seguidores son conocidos como correistas. El propio Correa ha sido una figura central de la campaña de González a pesar de encontrarse exiliado en Bélgica para evitar cargos de corrupción en su país.
Noboa, jefe del partido Acción Democrática Nacional, ha sido miembro de la Asamblea Nacional. Su padre es uno de los hombres más ricos del país y un destacado agente del lucrativo negocio bananero ecuatoriano, que se presentó sin éxito a las elecciones presidenciales en cinco ocasiones.
“Desgraciadamente, podemos esperar unas elecciones muy similares a las últimas que hemos visto”, dijo a la prensa Will Freeman, miembro de estudios sobre América Latina en el Council on Foreign Relations, un think tank con sede en Estados Unidos. “No creo que lo que Ecuador necesite ahora sea volver a reavivar la lucha correísta contra anticorreísta, pero probablemente así es como se romperán las cosas en esta segunda vuelta de octubre”.
Los ecuatorianos también votaron en contra de la perforación petrolífera en una zona protegida de la Amazonia, una decisión que obligará a la petrolera estatal a poner fin a sus operaciones en una región que alberga a dos tribus no contactadas y que es un punto caliente de biodiversidad.
El Parque Nacional Yasuní está habitado por los tagaeri y los taromenani, que viven aislados. En 1989 fue designado reserva mundial de la biosfera por la Unesco. Con una superficie de más de 1 millón de hectáreas, cuenta con 610 especies de aves, 139 de anfibios y 121 de reptiles. Al menos tres especies son endémicas.
Con más del 90% de los votos escrutados a primera hora del lunes, unos seis de cada diez ecuatorianos rechazaban la prospección petrolífera en el bloque 43, situado dentro del Yasuní.
Las elecciones suponen un punto de inflexión para Ecuador, que se ha visto consumido por una violencia incesante y organizaciones de narcotraficantes cada vez más poderosas.
El candidato centrista Fernando Villavicencio fue asesinado a plena luz del día el 9 de agosto. Villavicencio recibió tres disparos en la cabeza cuando salía de un acto de campaña en el norte de Quito, 11 días antes de las elecciones.
Se trata del primer asesinato de un candidato presidencial en la historia de Ecuador. Aún no está claro quién fue el responsable, pero las autoridades han detenido a seis hombres colombianos vinculados a grupos delictivos.
Su amigo y colega Christian Zurita le sustituyó en el escrutinio, quedando en tercer lugar, con el 16% de los votos. Zurita votó en el norte de Quito con chaleco antibalas y casco antibalas, rodeado de militares fuertemente armados. Fue escoltado hasta su cabina electoral detrás de un gran escudo de kevlar.
“Estoy orgulloso de haber representado su nombre [el de Villavicencio] y de haber quedado en tercer lugar en estas elecciones. No es una derrota, perder en nuestras circunstancias sigue siendo una victoria”, dijo Zurita una vez conocidos los resultados.
Freeman describió a Noboa como alguien “no preparado para ser presidente”, lo que probablemente hará que “muchos ecuatorianos intenten decidir quién es el mal menor” en la próxima segunda vuelta.
Más de 100.000 policías y militares se desplegaron por todo el país y estuvieron presentes en los colegios electorales durante la votación, después de que el presidente en funciones, Guillermo Lasso, declarara el estado de excepción durante dos meses como consecuencia del asesinato de Villavicencio.
Noboa y su compañero de candidatura Otto Sonnenholzner, que ayer quedó en quinto lugar, también se vieron envueltos en recientes tiroteos, pero ninguno resultó herido. Las autoridades dijeron que los candidatos no eran los objetivos de los tiroteos.
No se registraron incidentes de importancia durante la votación, que fue convocada por Lasso en mayo tras disolver la Asamblea Nacional en un intento de frenar los intentos de la oposición de destituirlo por presuntos desfalcos vinculados a la petrolera estatal Flopec.
Ecuador está marcado por unas tasas de homicidio sin precedentes. En los seis primeros meses de este año se produjeron 3.568 “muertes violentas”, frente a las 2.042 del año pasado. El recuento de homicidios en todo 2022 fue de 4.600, el doble que en 2021.
La posición de Ecuador entre Perú y Colombia, los mayores productores de cocaína del mundo, junto con su corrupción y la debilidad de sus instituciones, permite que florezca el crimen. Algunas de las bandas más poderosas de México operan en Ecuador, al igual que la mafia albanesa.
Ecuador volverá a votar en las elecciones presidenciales previstas para enero de 2025.
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