El secretario de Salud británico, Matt Hancock, anunció hoy “multas severas” para las personas que desobedezcan las nuevas reglas fronterizas destinadas a detener la propagación del coronavirus en el país, incluida una multa de 10.000 libras (cerca de 13.776,05 dólares) y penas de 10 años de prisión.
A partir del lunes, las personas que lleguen a Reino Unido deberán realizarse pruebas de COVID en el segundo y octavo día de su cuarentena, dijo Hancock a los legisladores británicos.
Quienes provengan de “países de la lista roja” tendrán que pagar 1.750 libras (unos 2.411,81 dólares) por la cuarentena en un hotel, el transporte y las pruebas, dijo. Dentro de esta lista hay 33 países vinculados mayormente con el riesgo de difusión de las llamadas “variante sudafricana” y “variante brasileña”.