La inflación en el mes de junio fue de 3,2%, informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos. De esa manera, el salto del índice económico que tanto afecta al bolsillo llegó al 25,3% en el primer semestre del año, acercándose mucho antes de tiempo a la meta del 29% que había fijado el Gobierno para todo el 2021.
De acuerdo al informe oficial, el Indice de Precios al Consumidor (IPC) acumula 50,2% en los últimos 12 meses.
En mayo, la inflación había sido de un 3,3% y desde el ministerio de Economía esperaban un dato muy similar para el mes que pasó.
De hecho, fue el ministro Martín Guzmán quien dijo hace unos días que esperaba que el dato de inflación de junio “sea parecido a mayo” y que “sobre julio se siga en el sendero de la reducción”.
El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central había anticipado que el IPC iba a ser de 3,2% en junio, apenas por debajo del registrado por el Indec en mayo.
Según estudios privados, el número del mes está influenciado en mayor medida por el precio de los alimentos que se disparó tras el fin del programa Precios Máximos, además de las subas de los valores del mismo rubro que habían tenido relativamente pocos aumentos desde el inicio de la pandemia, como lácteos e infusiones, que subieron por encima del 6% en junio.
El aumento del precio de la carne, en el mes en el que se implementó el “cepo” a las exportaciones, también influyó en el número final.
El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, confió en la previa que tras el dato de junio, el Gobierno “seguirá trabajando por una tendencia a la baja” de los indicadores y continuó: “Buscamos armonía cuidando la mesa de los argentinos y hemos visto una mayor moderación en el precio de la carne en los últimos días de junio y principios de julio”.
Los privados estiman que la nueva expectativa de inflación, muy distinta a la del Gobierno, se situará en un número cercano al 50% para todo 2021