En lo que fue leído como un nuevo apoyo a la dictadura de Nicolás Maduro, el gobierno argentino de Alberto Fernández decidió dar un paso al costado y abandonar el Grupo de Lima, la institución constituida por países de la región cuya misión consiste en encontrar una salida ordenada a la severa crisis social, humanitaria y económica que padece Venezuela. Argentina es el primer miembro en alejarse de ese organismo multilateral.
La explicación dada por el ministerio encabezado por el canciller Felipe Solá se basó en que los esfuerzos hechos hasta el momento no habían provocado avances en el país comandado por el gobierno militar de Maduro. “Argentina formalizó su retiro del denominado Grupo de Lima, al considerar que las acciones que ha venido impulsando el Grupo en el plano internacional, buscando aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes, no han conducido a nada”, señaló el documento dado a conocer en la tarde de este miércoles.
Tras conocerse la sorpresiva decisión diplomática argentina, los Estados Unidos subrayaron que continuarán trabajando con aquellas naciones “comprometidas con la democracia” en Venezuela. Ante una consulta de Infobae, desde el Departamento de Estado emitieron un breve comunicado en la cual ratificaron su apoyo a la institución, sus países socios y sus principales lineamientos.