Las elecciones legislativas de octubre próximo servirán para redefinir el mapa político del Congreso de la Nación. A través de las urnas, se renovarán las bancas de 127 diputados y de un tercio del Senado -24 escaños-.
El oficialismo, que buscará plebiscitar su gestión, tras casi dos años de Gobierno signados por la pandemia de coronavirus, intentará sumar las bancas necesarias en la Cámara de Diputados para obtener el quórum propio -129 diputados- y facilitar la aprobación de proyectos sin tener que depender de otros bloques.
Desde fines de 2019, para sancionar las principales leyes el Frente de Todos se sirvió de bloques minoritarios y provinciales como el interbloque Federal, que conduce Eduardo “Bali” Bucca; el Interbloque Unidad Federal para el Desarrollo, que encabeza el diputado mendocino José Luis Ramón y el monobloque de la neuquina, Alma Sapag, entre otros. La bancada que conduce Máximo Kirchner cuenta actualmente con 119 bancas y pondrá en juego 50.
Por su parte, Juntos por el Cambio renovará 60 de sus 115 bancas en Diputados -26 por el PRO, 26 por la UCR, 7 por la Coalición Cívica y 1 por el Frente Cívico y Social de Catamarca-. El principal bloque opositor hoy está lejos del quórum propio lo que le impide imponer los temas de su agenda en el recinto, salvo que haya consenso con el oficialismo. Ejemplo de esto fue la fallida sesión por la prórroga de la ley de biocombustibles, del pasado 25 de marzo, en que ni con la ayuda del interbloque Federal logró el número para habilitar el debate.
En tanto, los espacios chicos son los que más arriesgan su caudal político en el Congreso. El Interbloque Unidad Federal para el Desarrollo, que encabeza el mendocino Ramón, pondrá en juego 4 de sus 6 bancas; el Interbloque Federal, que lidera Eduardo “Bali” Bucca renovará 7 de sus 11 escaños y el monobloque del Movimiento Popular Neuquino renovará la banca de Alma Sapag. Una buena performance electoral de estos espacios, aliados muchas veces del oficialismo, también ayudará a futuro a mejorar las perspectivas del Frente de Todos en la Cámara baja.
Por último, el Frente de Izquierda se jugará sus dos bancas -las actualmente ocupadas por Nicolás del Caño y Juan Carlos Giordano-.
En la Cámara baja, ingresarán 13 nuevos diputados por la Ciudad de Buenos Aires; 35 por la provincia de Buenos Aires; nueve por Santa Fe y Córdoba; cinco por Entre Ríos y Mendoza y cuatro por Chaco y Tucumán.
En tanto, Corrientes, Misiones, San Luis, San Juan, Santiago del Estero, Catamarca, Salta, Jujuy, La Pampa, Neuquén y Santa Cruz elegirán tres representantes y Formosa, La Rioja, Río Negro, Chubut y Tierra del Fuego, renovarán dos bancas cada una.
En el caso del Senado, Catamarca, Chubut, Córdoba, Corrientes, La Pampa, Mendoza, Santa Fe y Tucumán son las provincias que deberán renovar sus tres bancas este 2021 -dos por la fuerza con más votos y una por la segunda-.
En la Cámara alta, el Frente de Todos ya detenta la mayoría desde diciembre de 2019, lo que le permitió sancionar leyes sin la ayuda de la oposición. El objetivo del oficialismo en octubre será consolidar esa fortaleza sin perder bancas. Para poder ampliar más su dominio debería ganar en Mendoza y Córdoba, provincias tradicionalmente esquivas al peronismo. Hoy tiene 43 bancas, de las que deberán renovarse 15.
En tanto, Juntos por el Cambio pondrá en juego 9 de sus 29 bancas. En este caso, deberá trabajar para minar la mayoría del oficialismo, con la intención de acercarse al quórum propio que se logra con 37 senadores.